la destartalada lámpara de una casa en el barrio san felipe (bogotá) —hoy: distrito creativo— y yo, tuvimos un romance. suspendida de un techo de madera, rota, sin dos de sus farolas y curtida de polvo, esta versión pirata de lámpara europea, abandonada en lo que alguna vez fue su casa y, que durante cinco años resultó siendo el taller de varios “artistas emergentes”, es hoy el último vestigio y huella de un barrio residencial-comercial que trasmutó “distrito artístico” por obra y gracia de la gentrificación y la especulación inmobiliaria.